Carta a los poderes 2016

20650564333_f7a87164b1_mQuiero terminar el año recordando a Antonin Artaud . Artaud fue un creativo, un artista pero también fue marginado y encerrado. Quiero felicitar especialmente el año a los marginados, a los incorrectos y a los encerrados y con ellos a nuestra parte rebelde, y desear que siempre se siga nutriendo de lo diferente, de lo heterodoxo, del arte, de la cultura, de la vida misma.

Termino el año agradecido por todo lo que me han enseñado mis pacientes y por haber tenido la oportunidad de acompañarles en muchos de sus procesos vitales, por haber compartido con ellos esas consultas sagradas de las que tanto me esta gustando leer estos días. Con mayor o menor acierto he querido estar ahí, intentando no destrozar la perfecta homeostasis de la vida, intentando respetar todo lo que el otro representa como ser humano digno de toda compasión y comprensión. Agradecido por seguir rodeado de médicos y enfermeras jóvenes, mayores, expertas o inexpertas, esas residentes maravillosas que luchan por seguir dignificando la profesión, esos médicos que quieren seguir siendo sanadores haciendo una medicina humana y con ciencia, sin venderse a intereses comerciales o a modas medicalizadoras. Agradecido por mis estudiantes de medicina, que me acompañan en la consulta con sus ojos abiertos y la mente aún libre de demasiados dogmas y en los que intento astutamente plantar la semilla del escepticismo.

Pero también termino el año enfadado. Enfadado porque tengo que seguir diciendo a mis pacientes «lo siento» porque son citados como borregos cada 6 minutos por unas agendas impuestas que pretender homogeneizar lo imposible. Enfadado porque siguen deteriorando la Atención Primaria quitándole recursos y ninguneándola. Porque seguimos repartiendo los pacientes como si fueran naipes y rompiendo el preciado tesoro de la longitudinalidad por horas, si cabe. Porque cuando no hay dinero para suplentes nos engañan diciendo que no encuentran suplente, y si es verdad que no lo encuentran será con toda la razón por parte de los que se tienen que buscar la vida en otros circuitos que no sean las suplencias, pues llevan años siendo medicas maltratadas y precarias.

Es cierto que ya no existen los asilos de locos de los que hablaba Artaud en 1927, (aunque conozco alguna planta de psiquiatría de un conocido hospital madrileño de esos concertados, que sigue siendo un paradigma de deshumanización y desprecio al ingresado) pero seguimos metiendo en asilos para locos las ideas nuevas o que ponen en duda verdades oficiales, aprobando leyes mordaza que coartan la libertad de expresión, pretendiendo encajar en etiquetas rígidas todos los procesos vitales y así poder medirlos, y si se desvían lo mas mínimo de lo establecido, medicalizarlos y convertirlos en enfermedades que llenen los bolsillos de los inmisericordes. Seguimos pretendiendo reducir la práctica clínica a protocolos rígidos («protoculos», como dice el gran Gérvas) y ¡ay de quien se salga de la línea!. Seguimos teniendo unas herramientas informáticas que cada vez nos separan mas del paciente en lugar de acercarnos o dejarnos tiempo para el tacto. En fin, seguimos haciendo muchas de las cosas extrañas que criticaba Artaud y tenemos una gran oportunidad para cambiarlas si las reconocemos y luchamos juntos por  hacer posible otro mundo y en él una medicina mejor, mas justa y mas humana.

En su Carta a los Rectores Artaud dice: » Europa se cristaliza, se momifica lentamente dentro de las ataduras de sus fronteras, de sus fábricas, de sus tribunales, de sus Universidades. El Espíritu “helado” cruje entre las planchas minerales que lo oprimen. Y la culpa es de sus sistemas enmohecidos, de su lógica de dos y dos son cuatro, la es de ustedes -Rectores- atrapados en la red de los silogismos. Fabrican ingenieros, magistrados, médicos a quienes escapan los verdaderos misterios del cuerpo, las leyes cósmicas del ser; falsos sabios, ciegos en el más allá, filósofos que pretenden reconstruir el Espíritu. El más pequeño acto de creación espontánea constituye un mundo más complejo y más revelador que cualquier sistema metafísico«.Y en su Carta a los Directores de los Asilos de locos: » Y no podemos admitir que se impida el libre desenvolvimiento de un delirio, tan legítimo y lógico como cualquier otra serie de ideas y de actos humanos. Lo represión de las reacciones antisociales es tan quimérica como inaceptable en principio. Todos los actos individuales son antisociales. Los locos son las víctimas individuales por excelencia de la dictadura social. Y en nombre de esa individualidad, que es patrimonio del hombre, reclamamos lo libertad de esos galeotes de la sensibilidad, ya que no está dentro las facultades de la ley el condenar a encierro a todos aquellos que piensan y obran. Sin insistir en el carácter verdaderamente genial de las manifestaciones de ciertos locos, en la medida de nuestra aptitud para estimarlas, afirmamos la legitimidad absoluta de su concepción de la realidad y de todos los actos que de ella derivan«.

Brindo por un 2016 en  el que nos descristalicemos , en el que formemos verdaderos seres humanos antes que médicos, en el que reconozcamos como válidas otras concepciones de la realidad.

Brindo por un 2016 de respeto a todos los seres vivos.

Brindo por todos ustedes. Feliz año 2016.